Hemos recibido mucho cariño y atención, últimamente. Sobre todo de nuestro entorno más cercano y de empresas con las que trabajamos, dentro y fuera del sector. Recibir una palmadita en la espalda siempre te refuerza pero es que en este caso, además, reafirma uno de los prismas con los que miramos la vida y el trabajo de Wembley. ¿Por qué ha pasado esto? Te contamos.

Resulta que la revista Forbes ha elegido a Wembley Studios como una de las empresas más creativas de España. No te vamos a engañar: nos ha dejado con los ojos como platos y muy, muy agradecidos. Es un reconocimiento que no tiene que ver estrictamente con aspectos técnicos o vinculados con el día a día de personas picando código, pero que te da pistas, que te señala que el camino que estás recorriendo es el adecuado.

La creatividad y la tecnología son hermanas

Porque la creatividad es un intangible, algo que no sabes muy bien cómo definir, ni con qué elementos construir una escala. ¿Quién es creativo y por qué?, ¿Cómo diferencias, cuando alguien es más creativo o menos que otro alguien? Sin embargo, cuando estás ante una persona, un planteamiento, una idea creativa… lo sabes. Y lo sabes inmediatamente, de hecho.

En Wembley Studios procuramos que la creatividad sea un compañero de viaje habitual en el curro diario. Porque en tecnología no se podría avanzar, sin pensamiento creativo. O sin pulsión creativa en todo lo que haces, para ser más precisos.

Piénsalo bien: Además de infinidad de aplicaciones técnicas de hardware y software, fue el genio creativo lo que hizo que pasáramos de líneas de texto en pantallas de fósforo verde a una interfaz gráfica con ventanas y un puntero que podías mover y con el que interactuabas. Y lo mismo con la tecnología móvil, con las pantallas flexibles, con la IA, con la domotización de los hogares, con los nuevos materiales, etc., etc. Podríamos seguir hasta el infinito.

Esa misma fantasía es la «gasolina», la chispa indefinible que impulsa los cambios que de verdad transforman las sociedades; la que define senderos nuevos que nadie ha transitado antes. Evidentemente, no es el único campo donde se encuentra, pero el mundo de la tecnología es uno de los terrenos donde resulta más prolífica.

Sí, ya sabemos que todo el mundo asocia la creatividad con el diseño gráfico, el arte y demás. Pero también convive con nosotros, los tecnólogos. Y la revista Forbes ha sido tan amable de reconocerlo, poniéndonos de ejemplo.

Creatividad, nudos en el estómago y el rincón de los valientes

Porque a fin de cuentas, lo que hacemos en Wembley es dar soluciones a problemas. Y no todos los problemas son iguales, por lo que debes tirar de creatividad para aportar salidas a laberintos bien heterogéneos, cada vez. Evidentemente, sabemos qué herramientas, qué lenguaje, qué solución a implementar puede dar resultados y cómo aplicar lo que sabemos a lo que nuestros clientes necesitan.

Pero ¿Qué ocurre cuando la solución no está tan clara?, ¿Qué pasa si los recursos a tu alcance no son suficientes y tienes que «inventártelos» o crearlos desde cero?, ¿Qué sucede cuando el contexto cambia, por tu parte o por parte de quien acude a ti buscando ayuda? Es ahí donde la creatividad, esa voz que tienes susurrándote por encima del hombro, marca la diferencia.

La creatividad no se compra en el supermercado, pero florece si la alimentas y la abonas con mimo. Para que un equipo de trabajo sea creativo tienes que favorecer determinado clima en tu organización. Debes fomentar la ausencia de miedo, el hábito para probar y equivocarte; la gente con la que tiras del caro no puede vivir con un nudo en el estómago por si va a meter la pata. Aquí no hay broncas, no existen respuestas equivocadas, sino sacos a tope de preguntas.

Porque para triunfar hay que probar cien veces. Mil. Un millón. Y solo una de ellas, darás con la respuesta que buscas. Por eso ser creativo es sinónimo de ser valiente. Suponemos que en Wembley Studios lo somos. Al menos eso creen en la revista Forbes —lo que nos flipa, la verdad— y las empresas que nos eligen. Ahora lo sabe más gente y eso es siempre una buena noticia.